Enfrentando el lienzo.

Como les comenté, esta semana empecé a grabar las guitarras del nuevo álbum. Básicamente tengo en mente tres tipos de guitarras que llenarán de sonidos este disco.

Guitarras limpias (clean). En este set tengo dos amplificadores combo, el Fender DeVille (válvulas 6L6) y el Vox AC30 (válvulas EL84). Cada amp con dos micrófonos y un Neumann arriba de ambiente. Tengo opciones para grabar con cada amp y en stereo los dos a la vez. Desde esta semana estoy trabajando con esto.

Guitarras crunch/sucias y distorsionadas/saturadas. Para este set llevaré dos amp heads , el Marshall JCM y el Egnater Renegade. Dos cabinets Marshall, 1960A y otro de 2 x 12. Microfoneado igual que el caso clean.

Guitarra acústica. En este álbum estrenaré una joyita: La Yamaha AC3R. Con su nuevo sistema de micrófonos SRT me obliga a grabarla por línea al Roland Jazz Chorus (dos micrófonos), pero también captando sus maderas directamente con otros dos micrófonos.

Los sonidos para solos pueden partir de cualquiera de estas tres opciones.

Dentro de cada uno de ellos existen montón de colores que vas logrando con la experimentación. Tengo mucho para pintar, pensar en blendear sonidos y reververarlos con distintas máquinas. Todo apelando a la paciencia de Elektra estudios.

Emocionado en este parque de diversiónes y como dije confiando en el instinto. El nuevo álbum avanza.

#NuevoÁlbum

Quimbando – Amanecer en menor (2012).

 

Soy seguidor de Quimbando desde que escuché la primera vez un tema que llegó a mis manos de Marcelo Arias y Mauricio Canedo. En un minuto me di cuenta que era un trabajo serio de compositores. De cancionistas.
 
Amanecer en menor es su cuarto álbum y se edita en 2012. Más allá de este frío e insulso dato les diré directamente que es maravilloso. Una muestra de que tenemos grandes músicos y compositores en Bolivia, solo hay que escucharlos (qué frase). Es uno de nuestros grandes álbumes de música popular. Mi compañero de ruta, perfecto para cantar en los viajes. En los créditos se lee que la banda la conforman: Marcelo, Mauricio, Arpad Debreczeni, Jorge Claros, Daniel Aguilar, Mauricio Cardona y algunos invitados como el gran Ramón Rocha en guitarra.
Buena música. Honesta, con oficio, buenos músicos, buenos arreglos, textos maduros. Inclusive el sonido es excelente (la mezcla). Me sorprendió todo. Voces, coros, percusión, guitarras acústicas, guitarras eléctricas, violín, bajo, batería, zampoña, quenacho, saxo, flauta, etc. Todo bien encuadernado.
 
Nueve canciones (10 tracks, ‘Gabriela’ en dos versiones) de Arias y Canedo que pasan por varios aires: cantautorismo, bossa, jazz, cueca, huayño, cumbia, canción latinoamericana, academia, etc. Un trabajo muy sólido, no encontrarán un punto débil, como debe ser un álbum cuando está pensado y trabajado para eso. No podría elegir mis favoritas, pero ya, digamos que me están apretando para hablar, diría: ‘Estalactitas’, ‘Preludio del Alba’, ‘Yololeya’, ‘Humo de vagones’, ‘Gabriela’, ‘Sueño de una gota que me soñaba’, ‘Amanecer en menor’, ‘Mujer’ y ‘Teva’.
 
Quimbando desde Cochabamba me parece una de las propuestas actuales más importantes, por distintas razones no están en la cancha todo el año, pero guardo gigantes esperanzas de sus futuros trabajos para aportar convincentemente al cancionero popular. Están girando con un “plantel” tremendo, básicamente la banda de este álbum más Lucho Mercado (percusión) y Ramiro Vasquez (bajo) por Aguilar. Si hubiera un juego Band Fantasy o algo así, yo me compraría el equipo completo.
 
Asistan a estos conciertos en la gira Alondra 2017, escucharán estas canciones, más otras de los primeros álbumes y nuevas que están estrenando. Se presentan en varias ciudades. Recontra recomendado. Este sábado 4 en La Paz, comparto el evento en comentarios y les dejo el link de su Bandcamp por si quieren escuchar. Nos vemos allí.
 

Los mejores álbumes 2016.

Vuelvo a escribir reseñas sobre lo mejor del año, esta vez álbumes editados en 2016. Tremendas producciones, un gran año. Por razones de espacio (en el periódico que publica mis columnas) no entraron las reseñas de algunos álbumes: nombrar a Branford Marsalis Quartet, Reiner Baas, Dr. Lonnie Smith, Kate Bush, Francisco Fattorusso, Brad Melhdau Trio, Eruca Sativa, Wadada Leo Smith, Aziza, Julian Lage y otros que editaron grandiosos trabajos. Las publicaré más adelante aquí. 2016 fue un gran año en la música popular. Viva la música. Empecemos (sin orden establecido).

 

 

 

 

Funk Factory – Funk Factory (Jazz Funk)

Funk Factory es un proyecto de un gran músico polaco: Michal Urbaniak, saxofonista y violinista que escribe (con alguna colaboración), arregla y produce este álbum. Urbaniak nace en Varsovia, luego de tocar un tiempo por allá se muda a Estados Unidos en 1973 y entra con una beca a la mítica Berklee College of Music. Graba con Miles Davis, Larry Coryell, Billy Cobham, toca con la realeza del jazz mundial en Nueva York. Tiene más de 60 álbumes grabados. Este álbum es una reedición de 1975, de hecho sale por primera vez en CD en 2016 y me permito incluirlo en esta lista por merecimiento. Reissue del año.

Cuenta la historia que en NY se decía que los europeos del este eran muy ‘duros’ para tocar funk y nace este disco como respuesta (no estoy seguro si lo logra o no). La formación es asombrosa, la cantante y esposa Urzula Dudziak, Wlodek Gulgowsky en teclados, el cantante Bernard Kafka y una base rítmica norteamericana impresionante: Anthony Jackson y Tony Levin (que llega a La Paz en marzo) en bajo, Steve Gadd y Gerlald Brown en batería, Barry Finnerty y John Abercrombie en guitarras.
Es un viaje excéntrico, créanme, funk jazz polaco (bauticemos con algo a esto), a momentos oscuro, a momentos clásico con melodías inesperadas, transformadas, atípicas del género, de tradición académica y folclórica europea. Urbaniak nos lleva a un lugar que nunca habíamos estado. Fantástico. Anímense.

 

 
Esperanza Spalding – Emily’s D+Evolution. (Jazz Contemporáneo, Crossover Jazz)

Esperanza no deja de sorprender. Su habilidad para caminar entre géneros es admirable. Creo que este álbum se convirtió en mi favorito de sus 5 editados. Un proyecto que le tomó alrededor de tres años, complejas armonías a las que nos tiene acostumbrados, esta vez al jazz contemporáneo y neosoul se le suman el prog-rock, la experimentación, el avant-garde y el art pop. Hay muchas músicas que me vienen a la cabeza al escuchar este fantástico e indescifrable álbum: Weather Report, Mahavishnu Orchestra, Hendrix, Captain Beefheart, Joni Mitchel (tal vez lo más notorio), Steely Dan, Zappa, todo metido en la gigante mente de esta mujer que es nomás, hoy, lo mejor y la vanguardia de la rama Berklee. Los desafío a que escuchen todo eso. La banda es maravillosa, Esperanza escribe, coproduce (con Tony Visconti, sí, el mismo de Bowie), toca el bajo fretless y canta, Matthew Stevens en la guitarra eléctrica (amo su trabajo, guitarrista enigmático, casi bowieano, le pone texturas impresionistas al sonido del disco, el que más destaca de la banda para mi gusto), Justin Tyson y Karriern Riggins en la bata, Corey King en teclados, entre otros. Excitante y adrenalínico álbum. Gracias Esperanza Emily Spalding.

 

 

Bon Iver – 22, A Million (Música Alternativa, Indie Alternativo)

Tercer álbum del proyecto de Justin Vernon. Me encanta su trabajo, creo que la evolución natural que presenta en este álbum me atrapó. Voces procesadas con armonizadores y vocoder, una búsqueda más experimental. Todo parece estar encriptado para que busquemos alguna solución, un juego que nos propone Vernon desde la tapa del álbum. Las canciones tienen títulos con letras, números y signos, por ejemplo: ‘715 – CRΣΣK’ es el tercer track en el que luego de un sonido casi industrial y saturado Vernon canta a capella con el vocoder y un motif esencial en la obra. Continúa el álbum con melodías en falsete adornadas con efectos de voces, sonidos posmodernos, cuasi robóticos. Es el mundo hoy, no es una distopía. Luego entra en una especie de viaje onírico surreal que nos prepara para lo que creo que es la canción central del álbum: ‘8(circle)’, una maravilla de melodía flotando sobre un colchón de cuerdas y sinths. En ‘___45____’ exhibe un arreglo de saxos y voces modernoso y el álbum cierra con ‘00000 Million’, un gospel futurístico.
Baterías reales, baterías programadas, sintetizadores, OP-1, DX7, saxos, trompetas preparadas, samplers,  cuerdas, bajos y cantantes varios. Estructuras narrativas distintas a lo que nos tiene acostumbrados la música popular. Todo eso para describir su mundo y el tuyo si te conectas, si pones bien esas contraseñas. Uno de mis músicos favoritos actuales. Tremendo y ambicioso álbum.
 

 

 

Leonard Cohen – You Want It Darker (Cantautor)

Chapeau para el cantautor más elegante (¿querían dar un premio de letras a un músico?, ¿hola?)   . Cohen nos deja un álbum/testamento monumental (lamentablemente el décimo cuarto y último). Una vez más lo tengo en mi lista de mejores del año como en 2014 con ‘Popular Problems’. El álbum abre con esta rima: «If you are the dealer, I’m out of the game, If you are the healer, it means I’m broken and lame».
Piano, cuerdas, contrabajo, hammond, guitarra y algunos coros crean una atmósfera perfecta para que las palabras y la voz de este gran poeta y artista nos atrapen. Me pregunto cómo es posible que se disfrute tanto un álbum de Cohen, inclusive me arriesgo a decir que podrías no entender un ápice de inglés y amar este álbum inevitablemente (algo que particularmente no me sucede con Dylan, me aburre). La voz, la mística de sus canciones, la nostalgia, la verdad con la que nos habla, la manera en que nos mira (sí, mira) hace que lo aplauda de pie por siempre. Gracias por tanto Leonard. Exquisito.

 

 

 

David Bowie – Blackstar (Rock alternativo, Prog Rock)

Bowie es un artista enorme y es otro que nos deja un último trabajo (muere a los días de presentar este álbum). Se despide con una búsqueda misteriosa, inclusive oscura, un sonido moderno e inesperado, como si fuera a encontrar algo para más adelante, pero sabía claramente que no, y eso demuestra su grandeza una vez más. Los casi 10 minutos del track 1 ‘Blackstar’ son difíciles de escuchar hasta que entiendes. Es una obra con estructura de suite. Cuando el tema se calma, dispara en el medio de tu cabeza (quizás para que entiendas algo): esas dos voces repetitivas en quintas justas pero fuera de la tonalidad y el acorde (“I’m a blackstar”, “I’m not a gangstar”, “I’m not a filmstar”, “I’m not a popstar”, “I’m not a marvelstar”, “I’m a starstar”) son increíbles. Me imagino mucha gente incomodándose con ello, seguramente lo puso de entrada para joder y espantar a los que no estén dispuestos a escuchar una obra difícil, luego esas quintas continúan pero como melodía, hermosamente oscuro. En el track 2 el batero Mark Guilliana y bajista Tim Lefebre, dos grandiosos y conocidos músicos que grabaron con la aristocracia musical reciente, construyen una atmósfera donde Bowie puede moverse magistralmente y dejar espacios para que los saxos metan solos jazzeros en una textura frenética.
En el tercer track ‘Lazarus’ me quebré. Es enorme esta canción, la letra y la manera en que la canta, tiene tanto drama que es imposible no sentirlo. Devastadora. De las mejores canciones que nos deja Bowie en la historia. Creo que no es necesario seguir escribiendo del disco. Una obra en todos los sentidos. Rock futurista, ¿Puedes reinventarte al final? Sí. Murió siendo nuevo.

 

 

 

Gregory Porter – Take Me To The Valley (Vocal Jazz)

En 2014 Porter gana el Grammy a mejor álbum Jazz vocal, ahora con este está nominado nuevamente para la edición actual. Honestamente me encantan sus cuatro álbumes, es un gran compositor y un barítono excelente. Junto a su productor logra un sonido refinado. Chip Crawford en piano y arreglos, Emanuel Harrold en batería, Aaron James en el bajo y contrabajo, Yosuke Sato en saxo alto, Tivon Pennicott en saxo tenor junto a otros grandes músicos graban este trabajo que lo consolida en el género. Gregory Porter es el número uno hoy (yo soy de los que prefiero los que escriben su propia música y eso en este género no es tan común). Todo suena cálido, expresivo, con swing (a ratos se acerca al buen soul). Junto a ‘Liquid Spirit’ ya es mi álbum favorito.

 

 

 

Radiohead – A Moon Shaped Pool (Art Rock)

Noveno álbum de estudio. Un grupo de once canciones en orden alfabético de las cuales dos ya daban vueltas en conciertos hace décadas, son la primera y última del álbum. ‘Burn the witch’ es la encargada de abrir, luego en ‘Daydreaming’ comienza el trance. Una hermosa canción en piano y arreglos de cuerdas en capas, coros invertidos en crescendo. Paisajes instrumentales largos, cerrando con una especie de (perturbadores) ronquidos. Greenwood es cada vez una pieza más importante, sus arreglos vocales y de cuerdas son grandiosos. Lo mismo pienso de su productor e ingeniero Nigel Godrich, es casi como la relación George Martin y Beatles. Los motifs en piano y guitarras son perfectamente explotados agregándoles arreglos y la dolorosa voz de Yorke flotando por todo el álbum. ‘True Love Waits’ al fin está en un álbum, la banda y Godrich lo intentaron en varios discos, ahora con un piano (y otro encima agregando desesperación) está registrada en estudio para siempre, gracias por esa canción, es asombrosa.

Están haciendo la música que crearon ellos en todo este tiempo, no creo que hayan buscado algo nuevo, solo lo hicieron. Tom está adolorido. El buen rock todavía existe y esa afirmación se la debemos en gran parte a esta banda. El amor verdadero espera, no te vayas.

 

 

Nick Cave and the Bad Seeds – Skeleton Tree (Cantautor, Rock)

Nick Cave siempre nos entregó oscuras historias. Densas, góticas, violentas. No puedo imaginarme lo que será grabar un álbum palpando la muerte de tu propio y adolescente hijo (Arthur, su hijo de 15 años, perdió la vida después de una caída desde un acantilado).
Desde la primera canción (‘Jesus Alone’) es un álbum desgarrador. “Con mi voz, te estoy llamando”. La base es un caos de estática, algo que no descifro en un registro grave, unas cuerdas, un piano y un sonido ultraagudo tipo sinth análogo en una capa superior, todo medio disonante. La voz y la letra de Cave son demasiado intensas. No tengo idea como logra hacer esto. La mayoría de estas canciones estaban escritas antes de la muerte de Arthur, pero hablan de caídas, pérdidas, desolación y muerte.
El álbum continúa en un registro bajo, con el sonido oscuro y desolado. En el track 4 ‘Magneto’ se escucha esto: “Mi sangre era para las mordazas y enfermedades de otras personas / mi pequeño recuerdo monstruoso me había tragado entero / Era el año en que me convertí oficialmente la novia de Jesus, / y en el espejo del baño me veo vomitar en el fregadero / por toda la casa escuchamos los himnos de las hienas”.
Nick parece estar en medio de una pesadilla pero no actúa con miedo, lo destripa para dejar canciones.
Al final, en la octava canción, ‘Skeleton Tree’ el álbum parece más calmo y con algo de luz, los acordes se sienten así, ‘nada es gratis’ dice acompañado de un coro femenil, “todo está bien ahora” repite. Este álbum es una película. Deberías verla (aunque te he metido un montón de spoilers).

 

 

 

Ed Motta – Perpetual Gateways (Soul – Jazz)

La música de este brasileño me fascina desde hace muchísimo cuando lo descubrí en los noventas. Multinstrumentista, gran compositor, arreglista y una de las mejores voces del género en el planeta, les aseguro. Este álbum es un lujo, grabado en Estados Unidos con la producción de Kamau Kenyatta (productor de Gregory Porter), Greg Phillinganes y Patrice Rushen en pianos y Rhodes, Hubert Laws en flauta, Cecil McBee Jr. en el bajo, Curtis Taylor en trompeta, Rickey Woodard en saxo tenor. Complejas canciones, lindos arreglos, soul y jazz brasileño. Ed Motta se pone al nivel de grandes y no defrauda. Es uno de los mejores discos de su carrera dividido claramente en dos partes, las cinco primeras canciones en formato soul y las cinco siguientes claramente más jazzero dejando más libre a la superbanda y mostrando grandes paisajes musicales. Excelente álbum.

 

 

 

Anohni – Hopelessness (Electronic-Pop-Experimental)

Este álbum es una de mis más grandes sorpresas, descubrir una nueva voz cargada de una propuesta honesta, necesaria y actual es para aplaudir. Su carrera empieza como ‘Antony and the Johnsons’. Ella es ahora una artista transgénero, se llama Anohni y este es su primer trabajo bajo ese nombre. Hudson Mohawke y Oneohtrix Point Never (algo así como la vanguardia electrónica experimental actual) co-producen el álbum con ella. Debo ser honesto, no escucho este género, no había encontrado algo que me llame la atención como para quedarme a escuchar un álbum entero (creo que alguna vez ya comenté, no concibo otra manera de escuchar música que escuchando álbumes enteros), pero estas canciones, textos y sonidos son atrapantes. Es bueno es tener la mente abierta para recibir algo distinto.
Quiero empezar a describir esto. La voz de Anohni es extraña, dramática/desesperada, tiene un vibrato y un registro (masculino) que jamás escuché, los paisajes sonoros electrónicos son intensos.Textos feministas, políticos, directos, que hablan sobre la violencia, la guerra, los drones, el gobierno, el racismo, la primavera árabe, el cambio climático, el patriarcado, la crisis. Textos provocadores. Un manifiesto. Me quedo con el gran momento de ‘Hopelessness’. Es un álbum brutal y hermoso que describe explícitamente el horror en el que vivimos.

 

 

 

 

John Scofield – Country For Old Men (Jazz)

Interesante título, un juego de palabras de la gran peli de los hermanos Coen anunciando que se trata de música Country. Scofield es de mis top 5 guitarristas favoritos de la vida. Honestamente debo decir que antes de abrir el álbum, al leer la lista de canciones y sus autores me asusté (George Jones, Hank Williams, James Taylor, J.P. Webster, Dolly Parton, Shania Twain, Darrell Edwards, etc).
La banda está formada por Steve Swalow en bajo, Larry Goldings en órgano y piano y su batero Bill Stewart (varios álbumes con él y también con los dos Pat: Martino y Metheny), El álbum abre con ‘Mr. Fool’ conocidísimo tema de la leyenda del country G. Jones. No me entusiasmé demasiado aunque su manera de tocar y su sonido estaban allí. El track 2 ‘I’m so lonesome I Could Cry’ es una vieja y conocida canción de Hank Williams de 1949, bueno, Scofield se toca todo en este tema, debe ser uno de sus mejores solos grabados en su carrera, toca frases impresionantes inside y outside moviéndose sobre la armonía con destreza desorbitante, sesenta y cinco años y es monumental lo que es capaz de tocar, por favor escuchen ese solo extraordinario. Hay que tener una clase enorme para homenajear a un género así. La música que emana de Scofield se apropia de estas canciones para versionarlas de esta manera. Como muestra deberían escuchar la guitarra (tan dulce) en “You’re Still The One” (Shania Twain), no lo creerían. Genial Mr. Scofield, por favor siga grabando.
 

 

 

Joshua Redman & Brad Mehldau – Nearness (Jazz)

Primer álbum de este dúo de amigos que siempre andan tocando juntos, invitándose en sus proyectos, viajando, etc. Temas originales y standards grabados en vivo en su tour europeo.
La manera en que conversan tocando obviamente tiene que ver con esa larga amistad. Dos de los mejores instrumentistas e improvisadores de su generación y quizás de la escena en general actual, además de grandes compositores. Seguramente por ello pueden hacer un álbum en vivo de este nivel casi sin proponérselo. Sinergia musical.
El álbum abre con ‘Ornithology’, complejo tema de Charlie Parker. Saxo tenor y piano, improvisan juntos conversando sin pisarse una nota, desarman y arman de nuevo la obra, la dominan a la perfección. En la segunda canción, escrita por Mehldau, Redman toca el soprano y confirma la habilidad que tienen para tocar juntos anticipando maravillosamente lo que toca el otro. Este contrapunto vive en todo el álbum. Aplausos.

 

 

 

 

Eruca Sativa – Barro y Fauna (Rock – Power trío)

Lula Bertoldi, Brenda Martín y Gabriel Pederner forman este power trío argentino. Este es su cuarto álbum de estudio en la gran carrera que vienen haciendo. Producido por Adrián Sosa (Bajofondo) y grabado en Los Angeles en East West Estudios. Suena increíble. Un maquina furiosa. Lo que tocan estas dos chicas y Gabriel es increíble y muy importante para el rock en nuestro idioma. Grandes temas, mucho riff, sonido clásico de Telecaster y el bajo saturados (a ratos medio Primus), combinado con momentos donde la guitarra acústica parece dar un respiro para que vuelva todo el poder del sonido de esta banda. Está la mano de Anìbal Kerpel en la mezcla y entre los invitados Gustavo Santaolalla, creo que van por más, intentarán pisar todo el continente. Yo les creo, es de mis bandas favoritas de rock alternativo de la región. Escuchen la energía de estas cordobesas.

 

*Esta columna fue publicada parcialmente en Letra Siete, suplemento de literatura y arte del periódico Página Siete.

 

Conciertos en Bolivia.

Me impresiona como la gente no entiende el tema de los conciertos, el proceso para que una banda/artista internacional llegue a tocar a nuestro país. Todo el tiempo leo cosas como: “tal banda no nos toma en cuenta”, “ahora que cancelamos conciertos los artistas ya no van a querer venir”. O como hoy en un matutino, un editorial en el que textualmente se lee: “Bolivia no es un destino predilecto para los artistas y músicos más famosos del mundo, lo que fácilmente se comprueba con la reducida oferta de espectáculos de alto vuelo que tiene el país”.
Equivocado. Medio simplecito esto es así: un empresario que está interesado en traer una banda/artista a tocar a nuestra tierra se comunica con la oficina de ellos (el manager) o con un “booking” que le manda el valor del contrato, especificaciones, requerimientos, viáticos, hospedaje, etc. Si llega a un acuerdo y cumple todo, debe pagar normalmente el 50% de adelanto y el siguiente 50 % semanas antes de la fecha del concierto y está cerrado, es decir, un artista/banda grande llega a Bolivia con el contrato pagado en su totalidad.
No se pongan nerviosos ni paranoicos, ni estamos fuera de planes de nadie, ni nos odia nadie. Llegan artistas / bandas que podemos pagar y cuando un empresario organiza el evento por iniciativa propia. Nadie se enoja, nadie viene solito. Si vos, empresario, quieres traer a U2, a los Stones, a McCartney y cumples los requerimientos, les pagas y listo, estarán aquí, vos y tus sobrinos se sacarán fotitos con ellos (no lo aconsejo porque perderás muchísimo billete). Tranquilos.

XX Aniversario Huye el sol – Buenos Aires – Concierto desde mi habitación.

Subió relativamente rápido. Les dejo el pequeño concierto. No olviden que es un íntimo solamente con la guitarra y la nostalgia que siento de no estar en un escenario. Algo simple y confiado en las 10 canciones de este álbum. 20 años, difícil de creerlo. Colores y tonos que ahora los siento lejos. Tocar estas canciones así fue como ver un viejo álbum de fotos. Gracias por escucharlas todo este tiempo. Les mando todo mi cariño.
Les dejo los tiempos donde comienza cada canción para los que deseen escuchar directo alguna específica.
Por favor si no tienen buenos parlantes voy a enfatizar que usen auriculares, es un pedido que les hago.
Grillo Villegas – XX Aniversario Huye el sol – Concierto desde mi habitación.
Buenos Aires – Almagro – calle Bulnes
1. Cada beso (1:53)
2. Cuando tengo miedo (4:05)
3. Desapareciendo (5:50)
4. Sigo mi camino (12:44)
5. Perdón y válvula (16:52)
6. Queriendo entrar (20:36)
7. Raquel (24:53)
8. Huye el sol (30:10)
9. Maria Luiza (33:30)
10. Viaje a los Yungas (35:48)
Todas las canciones escritas letra y música por R. Villegas.
Excepto Raquel (R. Villegas – O. García), Maria Luiza (A. Arce), Viaje a los Yungas (Om).
Grabado con una Telecaster, un amplificador Crate de 15W captador de FMs, Tube Screamer Ibanez, Carbon Copy MXR y Loop Station Boss RC-30. Sin micrófono, solamente el ambiente de la cámara.
Gracias a todos ustedes por el cariño al Huye. Gracias por compartir esta celebración, espero que se den un abrazo recordando algo.
La música es vida, la música limpia. Gracias. Hasta pronto.

 

Ensayo de Orquesta.

Hace unos meses tuve el privilegio de asistir a un ensayo de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en el mismo Teatro Colón. Preparaban un programa con un gran director invitado, el maestro Zhang Guoyong. Las tres obras fueron: la Suite China de Yuankai Bao, Concierto para Oboe y Orquesta de Bernd Alois Zimmerman y la Sinfonía Nº3 Opus 44 de Sergei Prokofiev.

Claramente fui testigo de un hecho político. Primero en una especie de desorden controlado empezaron a llegar los músicos. Existen clases sociales dentro una orquesta, hay tribus y castas. Al fondo se encuentran los timbales, la percusión, trompetas, trompas y trombones. Un poco mas adelante las maderas, esa sería la mitad más «plebeya». Se acomodan más cerca del director violines, violas, cellos y contrabajos. A la izquierda los primeros violines y el concertino. Todos ellos se sienten privilegiados (en realidad son). Se saludan distinto, son más solemnes, algunos músicos se ven solitarios. En el barrio del fondo hay más ruido en este momento. Hablan todos. Las vestimentas son distintas. Suenan muchas notas y es un concierto caótico muy agradable. Lo grabé.

Esta sociedad representada por los músicos y sus clases, organizaciones, grupos, tiene un líder con el que están más acostumbrados a trabajar. Este director invitado es un intruso, no habla español, dará instrucciones precisas y estrictas en inglés. El traductor será, lógicamente, el primer violín, el concertino.

Llega, seguramente puntual, al ensayo el primer violín, todos se paran y respetan la jerarquía, en diferentes cantidades de entusiasmo, pero lo hacen. Saluda, y sucede el ritual simbólico que esperaba: saca su instrumento, se levanta y mirando a la orquesta toca el «la» para que los demás músicos se afinen. Un acto de poder fascinante.

El primer violín es el líder incuestionable de la orquesta, es el más cercano y mimado del director. Es normalmente además cercano a las decisiones artísticas de toda la orquesta, y la programación de temporada. Aparte de estar encargado de la afinación, tiene la supervisión de las partes antes de los ensayos con el director. Estoy seguro además que es el que va a cenar con el director invitado en el mejor restaurante de la ciudad. Unos minutos más tarde mientras suenan infinidad de «las» en los instrumentos, llega el director. El concertino después de saludarlo lo presenta con unas palabras introductorias y luego el maestro Guoyong saluda a la orquesta con solemnidad.

En la música escrita no está todo escrito, eso es lo grandioso de este asunto, antes de que aparezca la figura del director de orquesta se las arreglaban con el primer violín que marcaba los inicios y el tempo. Un director debe esculpir el sonido con su personalidad y carácter, entonces la misma obra es distinta con la batuta de otro director. La obra pasa por el lente de esa única persona antes de llegar al público.

Recordé en ese momento el gran filme de Fellini cuando el director dice: «mi trabajo es convertir vino en sangre y pan en carne».

Comienza el ensayo con La Suite China, no hay demasiados sobresaltos, todos saben sus partes, da algunas indicaciones en algunos pasajes muy amablemente. La obra suena oriental, honestamente no me llama la atención.

Cuando ensayaron la segunda obra empezó lo interesante. Primero hacía repetir a las violas una parte que no le convencía la interpretación, luego hacía lo mismo con otras secciones. Todo en ingles que debía ser traducido aunque en otras ocasiones se las arreglaba cantando las partes de la manera que él quería que se ejecutarán. Luego empezó a dar indicaciones a más secciones, los jefes de sección y fila iban intentando traducir a la par del concertino las indicaciones, el murmullo es mayor. Los músicos más alejados empiezan a incomodarse, fagots, flautas, oboes, clarinetes y cornos preguntan. Los del fondo (trompetas, trompas, trombones, timbales) gritan algo que intuyo que significa que no escuchan. Continúan desde el compás 239, luego desde el 78. El director solo grita el número y hace el conteo, luego corrige y sigue sin convencerse ni lograr que entiendan lo que quiere. Tiempo más tarde parece que decide terminar esta pieza, es como si sintiera aceptable la ejecución.

En la tercera obra devino el mayor desorden. Antes de comenzar decidió que las maderas (clarinetes, flautas, fagots, contrafagots, oboes) cambiaran de lugar. Les señaló mas o menos un espacio donde están las violas, es decir más adelante de su lugar habitual. Cambiaron las caras de muchos, imaginen el movimiento de sillas, atriles, partituras que se caen, murmuros y reclamos. Se debe obedecer, es el director, se hace lo que decida. Él no debe consultar a nadie eso.

Esta obra es notoriamente más difícil y trabaja mucho en varias partes de la misma manera. Guoyong tiene un carácter fuerte pero existen directores con un magnetismo y carisma inigualables. Un director trabaja con su cuerpo, pero sobre todo con sus dos brazos, manos y su rostro. Miren atentos alguna vez a Berstein, Von Karajan, Rattle o Chailly. Si conocen la obra, quizás comprendan la transustanciación.

 

Ver la galería de fotos aquí.

Un año lejos del escenario.

Todavía no son las 7 de la mañana, está oscuro y frío. Tengo como todos los días mi guitarra al lado echada en una silla. Horizontal, por supuesto. Es cuestión de estirarse un poco y la traigo a la cama para acompañarme apenas la necesito. Es un gran truco. Para eso sirve la silla. En mi anterior guarida la apoyaba al lado en la pared, pero vas jodiendo la pared y encima es posible que se caiga y se golpee. Eso duele, pregunten a un músico.

Hoy se cumple un año sin subirme a un escenario. Durante más de 25 años de mi vida estuve sobre esas tablas sintiendo el vértigo y la adrenalina a la que uno se vuelve adicto. Es difícil explicar lo que se vive. Lo que más amas sucede. (más…)

Lealtad a la lealtad.

La lealtad es una virtud que uno adquiere involuntariamente. No es un concurso y sobre todo no puede estar entretejida a otros pequeños contratos de mutuo acuerdo. Ni siquiera tiene que ver con la manera en el que el otro se comporta con nosotros, inclusive puede estar alejada de nuestros propios intereses. Creo que las lealtades que son producto de pactos solemnes son oscuras. Es decir, existen lealtades dañinas, ilegítimas y peligrosas por supuesto. Mal llamadas lealtades. No me interesa acercarme a ninguna órbita posible de estos casos. (más…)

Estudios científicos.

Estudios científicos revelan que oler pedos puede prevenir el cáncer. Estudios científicos demuestran que comer snacks (papitas, galletas, chizitos, etc) tarde en la noche afecta a la memoria. Nuevos estudios demuestran que un vaso de vino es igual de bueno que una hora de gimnasio. La ciencia demuestra que el alma existe. ¿Cómo?. ¿Qué está pasando por la cabeza de los tituladores de medios masivos? (y por los dueños): Vender.

El mal uso y tendencioso de la frase “estudios científicos aseguran que” o “científicos demuestran que” por parte de los medios, sin asegurar la fuente o peor, tergiversando a su conveniencia la realidad, es algo serio. Si gogleas la frase te da casi un millón de resultados en español. Y la gente pues, puede leer un meme y creérselo. Vivimos en sociedades supersticiosas, no educadas en base a la evidencia, sin la buena costumbre de dudar, de ser escépticos, de tener pensamiento crítico. Todo parte, insisto, de una pésima formación sin base en la ciencia. (más…)